Querétaro ha cambiado

La zona metropolitana de Querétaro continuará siendo panista, aunque quienes piensen que el Estado de Querétaro continúa siendo un bastión panista, están muy lejos de la realidad.

Los resultados de la jornada electoral este domingo 2 de junio, si bien han favorecido al partido oficialista en Querétaro (es decir el PAN) en varios puestos importantes que se encontraban en juego, ofrecen una lectura que nos habla de la transformación que ese está viviendo en el estado, y que en tres años tendrá una elección de vital importancia.

El congreso estatal, de tener una amplia mayoría "azul", ahora será liderado por Morena y Aliados quienes contarán con 8 de 15 espacios en la próxima legislatura. Sin duda los próximos tres años deberán caracterizarse por la negociación y el espacio al diálogo, pero conociendo a nuestra clase política, no nos sorprendamos si de vez en cuando nos encontramos con algunos sombrerazos.

Las diputaciones federales ofrecen también para Querétaro tres escaños "azules" y tres "morenos", dónde la representación de Acción Nacional debe su triunfo al apoyo de los habitantes de la metrópolis queretana, mientras que Morena ha conquistado la sierra y el resto del estado.

El senado contará con dos representantes panistas y una morenita para Querétaro, y aunque los resultados emitidos por el PREP del INE ofrecen una ventaja de 10 puntos porcentuales para los abanderados del PAN, ésta es inferior a la elección pasada, mostrando así como la llamada 4T ha ganado espacios dentro del estado queretano.

Los municipios que conforman la zona metropolitana de Querétaro continuarán brindando al panismo "oficialista" un hogar y un espacio donde ganar adeptos, pero el resto del estado tiene ahora otros protagonistas, dónde no solo hay que resaltar el avance de Morena, sino también la naciente fuerza política que Movimiento Ciudadano ha comenzado a tener en el estado. Nadie sabe si en años futuros, la fuerza fosfo fosfo será un protagonista dentro de la capital.

Habrá que esperar los resultados oficiales, pero con poco más del 60% de las actas computadas, tal parece que está será nuestra realidad durante los próximos tres años.

Para finalizar mencionar que la participación ciudadana fue alrededor del 60%, con lo que haciendo algunas cuentas, en los mejores casos, es en realidad la elección de una tercera parte de los habitantes de nuestro estado la que está determinado el rumbo a seguir, por lo que la mayor victoria ha sido para el abstencionismo y la mayor derrota para nosotros mismos.